domingo, 6 de diciembre de 2015

PIZZA DE COLIFLOR




PIZZA DE COLIFLOR


 

La semana pasada pude volver al fin a casa, después de casi 3 meses. Y como no, estando menos de 24 horas tuve tiempo de hacer muchísimas cosas: un paseo con las bicicletas respirando el aire del mar, desayunar en el molinar, poner la decoración navideña en casa, visitar mi abuelita, y con mi mami, hacer la pizza de coliflor que tanto está de moda ahora. Se pueden hacer muchas variantes, y no hay que seguir a pie de la letra todos los pasos. Además podemos acompañar la masa con todos los ingredientes que nos apetezcan.

Fue una vuelta a casa bastante emotiva y intensa. Somos cuatro en casa, y al volver, es como si no pasara el tiempo, todo sigue igual. Las mismas bromas, el mismo juego de cartas después de comer... qué bien se está en casa!












Esta pizza la intenté previamente en Barcelona, para asegurarme que todo iba a salir bien.

Es muy sencilla, simplemente hay que tener un poco de paciencia al hornearla para que nos quede una masa crujiente, nosotros no tuvimos tanta paciencia ese día, pero salió igualmente espectacular...

Las ventajas de no usar harinas son: primera, permite al cuerpo preservar sus reservas de vitaminas y minerales, ya que las harinas refinadas, al ser un nutriente vacío, para ser metabolizadas necesitan nuestras reservas; segundo, no producimos ningún pico glucémico y es súper apto para gente que sigue dietas cetónicas que padecen cáncer. 


Las situaciones en mi vida, me llevaron hace tres semanas, a estar hablando extendidamente con un médico especializado en medicina natural y medioambiental sobre el cáncer. Aparte de romper con bastantes esquemas y empezar a cuestionarme bastantes conceptos, me explicó cómo funcionaba nuestro organismo cuando padecemos cáncer y cómo hay que actuar delante de él. 
Una de los principales cambios está en la dieta. No hay que ingerir azúcares! Debemos llevar el cuerpo en un estado de cetosis.

La cetosis es una situación metabólica del organismo originada por un déficit en el aporte de carbohidratos, lo que induce el catabolismo de las grasas con el fin de obtener energía, generando unos compuestos denominados cuerpos cetónicos. De esta manera, el cuerpo deja de utilizar como fuente primaria de energía los glúcidos, sustituyéndolos por las grasas. 
Por suerte, las células tumorales no están capacitadas de nutrirse de cuerpos cetónicos, por lo que cortamos su suministro de nutrientes. Una dieta cetónica implica una dieta basada en carne, pescado, frutos secos, semillas y verduras. 

En este tipo de dietas hay que beber mucha agua, importante!
Quiero remarcar un aspecto importante. Mucha gente utiliza esta dieta para adelgazar. No creo que sea la mejor opción, porque no es una dieta en el que respetamos el estado natural del cuerpo. Pero en el caso del cáncer, hay que tomar prioridades, y dejar de alimentar el cáncer es una de ellas. 







Estoy muy feliz que se presenten en mi vida oportunidades en las que puedo aprender tantísimas cosas, como la que tuve hablando con el doctor. Demuestra que todo es relativo de uno y la felicidad es una decisión propia. 


Así pues, os explico ya como se hace esta deliciosa pizza alternativa para disfrutar de una comida saludable!

Nosotros la acompañamos de una buena ensalada de rúcula del jardín, con aguacate, tomate seco y aliñada con zumo de limón y vinagre de Umeboshi y un smoothie de remolacha con manzana y jengibre. 

INGREDIENTES:

Para la masa:
- Una coliflor entera rallada
- 150 g de queso preferiblemente de cabra o oveja
- Hojas de perejil

Para el acompañamiento: lo que uno quiera!


PROCEDIMIENTO:

Primero hay que rallar la coliflor en una bandeja de horno y dejar hornear durante unos 15 minutos a unos 170ºC, luego dejamos enfriar.

Ponemos la coliflor rallada dentro de un paño y exprimimos todo el agua presionando con las manos la masa.

Una vez nos aseguramos que la masa está suficientemente desaguada, es hora de mezclar el queso y el perejil. Rallamos el queso de cabra y cortamos unas hojas de perejil y mezclamos con la masa. Presionamos con los dedos la masa para formar un lámina de pizza redonda o de la forma que a uno le apetezca de al menos medio dedo de grosor! 
Horneamos durante mínimo 40 minutos a unos 170ºC, vigilando que no se queme y si queremos que quede crujiente debemos bajar el horno a 130ºC y esperar durante 1 horita y cuarto. 

Ya tenemos nuestra masa! Ahora la decoramos con lo que queramos.

El día que la hice en Barcelona puse una lámina de queso, salsa de tomate seco casera hecha por mi, una olivas de mercado y láminas de cebolla morada. En Mallorca nos apetecía comerla con un poco de jamón salado, rúcula de nuestro jardín, queso de oveja curado (flor de esgueva) y unas olivas negras. Todo está delicioso si se le echa un poco de imaginación!

Disfrutad del momento! 







2 comentarios:

  1. Gracias Tesse...voy a probar de hacerlo estos días y ya te diré como me ha ido,,,un abrazo con cariño

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  2. Muchas Gracias Lindsey! espero los resultados! Un abrazo muy fuerte

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