Las harinas de trigo refinadas, deberían ser una alimento prohibido. Acidifican tremedamente el cuerpo y vacían las reservas de minerales, ya que por ellas mismas no aportan ninguno.
En cambio, el trigo sarraceno es un pseudo cereal (no es considerado un cereal, es una semilla), que brilla por sus propiedades beneficiosas. La llaman la "reina de la proteína vegetal", por tener un gran número de proteínas y además ricas en aminoácidos que escasean en otras plantas, como la lisina. Otra gran ventaja es que no contienen gluten.
Al contrario del pan, los nutrientes en el trigo sarraceno pueden contribuir a controlar el azúcar en sangre, ya que no contienen prácticamente carbohidratos, con los cuales no generamos picos de azúcar en sangre.
Para mí, la gran ventaja que tienen estas tortas es su capacidad de satisfacer el hambre. Merendando por la mañana una torta de trigo sarraceno soy capaz de llegar a la comida sin tener hambre. Al ser un alimento completo, abastecemos las células de nutrientes suficientes, para que éstas no den señales de hambre durante horas.
Hay que señalar que es un alimento óptimo para los grupos sanguíneos A y O, y no tanto para B y AB.
Si quieres ver que alimentos debes comer según tu grupo sanguineo, picha aquí.
¿ Cómo hacemos tortas de trigo sarraceno?
Es extremadamente fácil. Simplemente, molemos los granos en un molinillo hasta conseguir su harina y mezclamos con agua.
Las partes de harina y agua que ponemos son por una taza de harina, ponemos entre medio y 3/4 de la misma de agua.
Hay que jugar un poco con la cantidad de agua e ir añadiendo poquito a poquito a la harina, hasta que quede una consistencia de crepe, es decir que quede un líquido espeso. Obtendremos una mejor textura si lo batimos a máquina, aunque también se puede hacer a mano.
Por último, esparcimos la masa por una sartén como si hiciéramos una crepe, lo gruesa que queramos, y dejamos a medio fuego. Cuando esté lista por un lado, los margenes de la tortita se levantaran de la sartén, con lo cual es muy fácil que se despegue para poder girarla.
Al final conseguimos una torta crujiente, ideal para acompañar con lo que queramos.
Mi acompañamiento favorito es llenar la torta de aguacate, un toque de aceite, tomate del bueno y un poco de queso de cabra ecológico, con un toque de sal de flores de rosas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario